Estamos tristes. Estamos de duelo. Sister Carmelita, nos dejó, se fue siguiendo el camino que Dios. Tomó su mano...
El Señor es mi Pastor,
El me guía por sendas de justicia
Para mí Tú dispones una mesa
Demos gloria al Padre poderoso,
El Señor es mi Pastor;
nada me habrá de faltar.
El Señor es mi Pastor,
¿qué me puede faltar?
En las verdes praderas
El me lleva a reposar;
condúceme a la aguas del solaz
y mi alma reconforta.
El me guía por sendas de justicia
por amor de su Nombre;
en oscura quebrada yo no temo
porque estás junto a mí;
tu cayado, la vara de tu diestra,
son ellos mi confianza.
Para mí Tú dispones una mesa
frente a mis adversarios;
has ungido con óleo mi cabeza
y mi cáliz rebosa;
de bienes y de gracia
gozaré en tu casa mientras viva.
Demos gloria al Padre poderoso,
a Jesús el Señor,
al Espíritu que habita
en nuestras almas,
nuestro Consolador,
al Dios que es,
que era y que vendrá,
por los siglos de los siglos.
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